1930, República de Weimar




      Esta vez trataremos, de manera resumida y a grandes rasgos, el aumento del número de mujeres fotógrafas en la República de Weimar durante la década de los años treinta. Esto se debe, en parte, por la evolución de las instituciones públicas, pero también por el auge de las revistas de moda de entonces. Uno de los lugares que experimentó dicho cambio fue el Instituto de Educación Fotográfica de la Lette Verein (fundado en 1890), además del Instituto de Enseñanza de la Fotografía (el cual empezó a admitir a mujeres a partir de 1900). Hasta este momento, si una mujer quería dedicarse a la fotografía, lo más común era formarse como aprendiz en los estudios de fotógrafos ya profesionales. Este cambio se debió a una revalorización de la fotografía, dejando de ser un arte secundario y ganando una gran importancia.

       Sin embargo, la mujer no pudo ser miembro de pleno derecho en el gremio de fotógrafos alemanes hasta el año 1921 (una de las primeras mujeres admitidas sería Erna Lendvai-Dircksen, quien mostraría más adelante su simpatía por la ideología nazi). Fue precisamente en esta época cuando se produce ese "boom" de la fotografía, como mencionábamos en el párrafo anterior. La publicidad y el diseño gráfico estaban a la orden del día, los cuales se beneficiaban de estos jóvenes talentos que salían de las academias. 

    Entre las fotógrafas más reconocidas de este momento, encontramos nombres como Ellen Auerbach (1906-2014), autora de la fotografía que ves a la derecha, Grete Stern (1904-1999) o Irena Blühova (1904-1991). En el momento en el que estas mujeres entraron en escena, se estaban dando ya las primeras vanguardias (fauvismo, cubismo, surrealismo, dadaísmo...). Esto se vería reflejado en sus obras. Sería el ejemplo de Grete Stern, que se conocerá como una de las principales fotógrafas del surrealismo con sus fotomontajes. 

      Igual que se ofrecían nuevas oportunidades de educación para las mujeres, también había nuevas oportunidades a nivel laboral. En 1925 el 35,8% de la población activa lo constituía la mujer. Dependiendo del trabajo, podían incluso suponer la mayor parte de la plantilla (si bien eran trabajos como, por ejemplo, a cargo de las cintas transportadoras de la producción industrial). 

      A este papel de la "Mujer Nueva", trabajadora y capaz de valerse por sí misma, influyó de forma decisiva el papel de las revistas de moda que surgieron en Berlín (con casi 200 registradas por aquel entonces, una barbaridad), hablando exclusivamente de la mujer, la moda y las labores domésticas. En aquel entonces, todo un adelanto y un triunfo para el sector femenino de la población, teniendo en cuenta que hasta hacía poco antes la mujer no podía siquiera votar. Había revistas más conservadoras, como ocurría con BIZ de Ullstein; más enfocadas hacia la clase obrera, como Arbeiter Illustrierte Zeitung (AIZ)... Fuera del panorama alemán, veríamos las revistas estadounidenses Life y Picture Post o, en el caso de la URSS, USSR in Construction.

      Este tipo de revistas tenían cuatro géneros fotográficos bien diferenciados:

  • Reportaje gráfico y el fotoperiodismo: Se vio obligado a simplificar la narrativa histórico-política para una mejor interpretación por parte del espectador (en este género destacarían fotógrafos como Alfred Eisentaedt o Felix Man). Para que nos entendamos, se tratan de los típicos reportajes sobre una noticia.
  • Fotografía publicitaria: Este caso era muy diferente, ya que esta debía obedecer a otras estipulaciones, como la continua necesidad de imágenes nuevas que llamasen la atención del espectador (bombardeo publicitario, aún lo vemos hoy en día de forma más intensa), además del modo de exposición al público. Así, no solo se buscaron las revistas ilustradas, sino también espacios arquitectónicos de las ciudades, en sintonía con esa sociedad de consumo emergente. Grete Stern (autora de la foto de la derecha) y Ellen Auerbach trabajarían conjuntamente en un proyecto con gran trascendencia en el género.
  • Fotografía de viajes: Representó un foco de interés a la hora de ofrecer al espectador imágenes de viajes a otros lugares. Tuvo mayor importancia a partir de 1930 (tras la Segura Guerra Mundial), al parecer como resultado del exilio de muchos autores. 
  • Retrato: Sería el género más importante de todos en la República de Weimar. 

       En 1931 100 de los 600 estudios fotográficos que había entonces en Berlín, eran propiedad de mujeres. En cuanto a este género, encontramos nombres tan reconocidos como el de Lotte Jacobi (1896-1990), toda una experta en el retrato. Esta fotógrafa, obligada a emigrar a Nueva York en los años treinta, pasó por varias etapas diferenciadas en su obra. Esta destacaría por su teatralidad y predilección por el claroscuro, creando una imagen melancólica. Como dato curioso sobre esta mujer, podríamos decir que, en mayo de 1990, tras su muerte, se encontraron en su casa más de 46.000 negativos tanto de carácter histórico, político, como de cultura popular europea y americana vanguardista. 


      En el lado contrario de Jacobi, encontramos a Gisèle Freund (1908-2000). Mientras que las fotografías de Jacobi buscaban el dramatismo con el claroscuro, Freund apostó por la fotografía a color a partir de finales de los años treinta. Con esta técnica llegó a fotografiar a personalidades relevantes del mundo artístico francés, además de la escritora Virginia Woolf (1882-1941), la filósofa feminista Simone de Beauvoir (1908-1986), quien te sonará por se la autora de El segundo sexo y aparece en la fotografía de abajo, o a la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954), a la que vemos a la derecha. Al parecer, Freund podría haberse visto influenciada por las películas en tecnicolor de origen estadounidense a la hora de pasar a la fotografía a color.


       Es interesante señalar que muchas de estas fotógrafas emigraron de Alemania (y su contexto vanguardista) a países como Estados Unidos (como en el caso de Jacobi), Argentina (Grete Stern) o Francia (en el caso de Freund). Es importante saber esto para entender la obra de estas mujeres (muchas de ellas activistas comunistas), que se habían criado en un ambiente vanguardista y feminista, el cambio cultural que les supuso. En el caso de Estados Unidos, entre otros países, la fotografía no se consideraba tan importante como en el caso de Weimar, quedando relegada a un segundo plano a favor de la pintura, donde reinaba la supremacía patriarcal (mayoría de hombres y mucha dificultad para las mujeres a la hora de hacerse un hueco) y en la que encontramos a menos mujeres artistas (o, al menos, se complica mucho más la tarea de encontrarlas).

       Estas obras, muchas de ellas muy interesantes, las trataremos más profundamente en próximos post. Si te ha gustado este y quieres nuevos hablando sobre más mujeres artistas, dale más abajo donde pone "Quiero leer más" o vota en la encuesta que haré en mi perfil de Instagram. Muchas gracias por leerme. ¡Nos vemos pronto!



Ana.




Fuentes: 




Comentarios

Entradas populares